El
tiempo no es matemático, a veces es tan elástico que las cosas del pasado se
juntan con las del presente.
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Dreams
domingo, 8 de junio de 2014
Filofoto 3
sábado, 31 de mayo de 2014
Crítica a la clase de Filosofía
Como ya se ha acabado el curso, al igual que el año pasado me pidieron que
hiciese una crítica a la clase de ética, este año me la piden para la clase de
filosofía.
La verdad, no había pensado especialmente en la filosofía hasta que empecé a darla en el instituto, y para mí fue una sorpresa encontrarme con lo entretenida que podía ser.
Creo que para que te guste una asignatura una de las cosas más importantes es la primera impresión que tengas de ella, y por ello es también muy importante la forma en la que tu profesor te de la clase; yo estoy segura de que en ese sentido he tenido suerte, porque me ha tocado un profesor que sabe explicar muy bien y que consigue que te intereses y te diviertas en sus clases; creo que no hay ninguna otra clase en la que me sienta tan integrada (me refiero a que en su hora no solo eres un espectador sino que también tienes la posibilidad, y la necesidad, de dar tu opinión para preguntar todo lo que no entendamos).
Solo hay una cosa que no me gusta; él siempre nos insiste en que siempre que dé una teoría la va a defender, con lo cual nunca nos da su opinión. Hasta ahí bien, pero cuando te la explica yo por lo menos tengo el problema de que siento que es algo tan verdadero como un experimento científico comprobado, por más que le busque una fisura y aunque yo no esté de acuerdo, no encuentro nada con lo que pueda negar esas afirmaciones, pero luego viene al día siguiente y te explica otra teoría totalmente contraria a la anterior e igual de exacta e imposible de desmentir. Es a la vez frustrante y a la vez algo genial.
Por último simplemente decir que creo que mis clases de filosofía son muy buenas no solo por lo que ya han dicho muchos compañeros míos, que resultan muy amenas, sino también por lo fáciles de comprender que son (tras varios intentos muchas veces, pero siempre acaban entendiéndose) porque por más que un profesor consiga que te diviertas en sus clases, creo que lo más difícil viene después, cuando tiene que poner a prueba su capacidad de explicación.
La verdad, no había pensado especialmente en la filosofía hasta que empecé a darla en el instituto, y para mí fue una sorpresa encontrarme con lo entretenida que podía ser.
Creo que para que te guste una asignatura una de las cosas más importantes es la primera impresión que tengas de ella, y por ello es también muy importante la forma en la que tu profesor te de la clase; yo estoy segura de que en ese sentido he tenido suerte, porque me ha tocado un profesor que sabe explicar muy bien y que consigue que te intereses y te diviertas en sus clases; creo que no hay ninguna otra clase en la que me sienta tan integrada (me refiero a que en su hora no solo eres un espectador sino que también tienes la posibilidad, y la necesidad, de dar tu opinión para preguntar todo lo que no entendamos).
Solo hay una cosa que no me gusta; él siempre nos insiste en que siempre que dé una teoría la va a defender, con lo cual nunca nos da su opinión. Hasta ahí bien, pero cuando te la explica yo por lo menos tengo el problema de que siento que es algo tan verdadero como un experimento científico comprobado, por más que le busque una fisura y aunque yo no esté de acuerdo, no encuentro nada con lo que pueda negar esas afirmaciones, pero luego viene al día siguiente y te explica otra teoría totalmente contraria a la anterior e igual de exacta e imposible de desmentir. Es a la vez frustrante y a la vez algo genial.
Por último simplemente decir que creo que mis clases de filosofía son muy buenas no solo por lo que ya han dicho muchos compañeros míos, que resultan muy amenas, sino también por lo fáciles de comprender que son (tras varios intentos muchas veces, pero siempre acaban entendiéndose) porque por más que un profesor consiga que te diviertas en sus clases, creo que lo más difícil viene después, cuando tiene que poner a prueba su capacidad de explicación.
domingo, 18 de mayo de 2014
Elecciones europeas
Dentro de una semana exactamente van a
ser las elecciones para el Parlamento europeo, en las que los ciudadanos podrán
votar a 750 diputados.
Todos
sabemos que la UE es una unión principalmente económica de 28 países, pero
además de ayudarnos económicamente estoy segura de que también ayuda a mantener
la paz entre los países que la conforman; por lo que para mí es importante que
no se deshaga.
Ahora con la crisis puede que la UE no
haya ayudado mucho, pero creo que sin ella los países lo hubieran tenido
todavía peor.
No
tengo mucha idea de cuáles son los candidatos a diputados este año, con lo cual
voy a centrarme más en lo que pasaría cualquier año en el que hubiese elecciones
para la unión europea sin contar con ellos.
Mucha
gente defiende que en cuanto hay ocasión de votar, hay que hacerlo (aunque sea
un voto en blanco) porque si no estás demostrando que no te interesa lo más
mínimo ni tus derechos ni lo que pasa en el mundo, pero yo no estoy de acuerdo;
mi opinión es que en unas elecciones lo mejor sería encontrar a algún partido
con el que te relacionases y votarle, así de fácil, pero cuando no hay ninguno
que te convenza tienes dos opciones, o no votar, o votar en blanco. Si votas en
blanco (para mí) estás diciendo que no estás muy seguro de cuál sería el mejor
partido para ganar las elecciones, y de alguna forma te conformas con cualquiera,
pero si no votas lo que estás defendiendo es que el sistema actual no te gusta,
con lo cual estás ejerciendo tu derecho y dando tu opinión (aunque es verdad
que también hay muchas personas a las que simplemente no les importa nada lo
que vaya a pasar)
En
mi caso, yo votaría a alguien que no pensase más en un país que en otro, y
seguramente que fuera poco nacionalista (aunque sí que está bien que piensen en
Europa como un solo territorio, pero siempre sabiendo que, al igual que España está formada por comunidades autónomas, Europa está compuesta por países).
domingo, 1 de diciembre de 2013
Relación entre reflexión y felicidad
A primera vista se podría decir que no
hay ninguna relación entre estas dos cosas, pero fijándonos un poco más es
fácil darse cuenta de que la afirmación anterior no es cierta; sí que hay relación.
Para ver esto he comparado a los seres humanos
con los animales: los primeros tienen la capacidad de estar felices, en cambio
los segundos no, los animales diríamos que pueden estar satisfechos, pero no
felices.
¿Qué es lo que diferencia a los humanos
de los animales? Pues, entre otras cosas, que nosotros somos seres racionales,
y que por eso mismo reflexionamos y
hemos creado un concepto de alegría, al igual que el de felicidad. Esa es una
de las cosas que tienen en común, son únicamente humanos.
Aparte de todo esto, también podemos
pensar en el tema de si la reflexión nos da la felicidad o no: pues depende de
cada persona, supongo; pero pensando en general para mí no es algo que tenga
tanto que ver. Es verdad que se dice que en la ignorancia e vive feliz, aunque
creo que cuando se sale de ella sufres mucho más que si hubieras sabido desde
el principio. Pero además, la gente por regla general lo que intenta es no
vivir en la ignorancia, por una parte supongo que es por el deseo de saber( la
curiosidad natural del ser humano) y por otra porque la sabiduría debe de
proporcionar algo de felicidad, de no ser así seguro que no habría tanta gente
que la buscase.
sábado, 23 de noviembre de 2013
¿Por qué estudio?
Nunca
me había parado a pensarlo, simplemente estudiaba. Para mi estudiar es una
obligación; cuando eres adulto (y tienes un trabajo) tu obligación es ir a
trabajar, pues cuando eres un estudiante, tu obligación es estudiar.
Esta
teoría está bien para cuando estás en la enseñanza obligatoria: hasta que terminas
la Educación Secundaria, pero cuando empiezas el bachillerato ya eres tú el que
decide si quieres estudiar o no, entonces te dicen: "Si estás aquí es
porque quieres, así que aprovecha y estudia"; pero no es cierto, tampoco
tienes tantas opciones entre las que elegir (aparte de poder estudiar letras,
ciencias, artes, una formación profesional, etc.): solo puedes o estudiar, o
no, y si haces esto último desperdicias tu vida. Total, ya no es una obligación
pero hay que seguir haciéndolo.
No
me gusta pensar en el futuro, en las consecuencias de mis actos a largo plazo:
me pone muy nerviosa; por eso estoy segura de que mi motivación principal para
estudiar no es tener un futuro mejor.
Al
ponerme a pensar en esto me vienen a la cabeza toda la gente que no tiene que
hacerse esta pregunta ya que no pueden permitirse estudiar. No sé cuál sería mi
respuesta en su caso, pero lo más seguro es que quisiera aprender. De hecho,
aunque siempre había pensado que era imposible que me gustase estudiar (a pesar
de que me gustaran las mates, pero nunca he considerado que esa asignatura se
estudiase), ahora veo que sí que es posible, ya que este año estoy estudiando
latín y griego, y me está gustando mucho.
Como
conclusión: creo que pese a todo sigo pensando que mi obligación es estudiar, y
por eso lo hago; además de que algunas asignaturas las estudio porque quiero.
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